¿Lideramos desde la ambición o desde la proyección y por qué es importante diferenciarlos?
La ambición busca ampliar su dominio, basado solamente en el deseo de tener cada vez más pero sobre todo bajo el deseo desmedido de tenerlo todo. ¿El problema? Cuando se da cuenta que eso es imposible, su frustración ataca el autoestima de la persona y con ella su potencial de crecimiento.
Las organizaciones frustran a sus propios equipos exigiéndoles objetivos ambiciosos pero poco alineados a la narrativa real de desarrollo.
En cambio, la proyección es el deseo de crecimiento sano, focalizado y concreto fruto de una narrativa lógica que nos invita a dar nuestro próximo paso. Las personas, tenemos tanto miedo al cambio como deseo de crecimiento, y en la lucha de ambos, si la narrativa es clara y la proyección se desprende con sentido, el potencial organizacional podrá alinearse para ello una vez que reconozca que el próximo paso es simplemente lógico.
Será tarea del liderazgo identificar y contagiar esa narrativa.